Las ventas de coches en Europa continuarán un 20% por debajo de los niveles prepandemia
La Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles (ACEA) espera que la crisis de suministros de semiconductores se estabilice en 2022 y que las ventas de turismos crezcan un 7,9% este año, hasta los 10,5 millones de unidades. Un aumento de las ventas que se sigue situando lejos de los niveles previos al impacto de la pandemia.
«Esto todavía estaría casi un 20% por debajo de los niveles de ventas anteriores a la crisis de 2019», subrayó ACEA en una estimación publicada este martes. Según datos publicados el pasado enero por ACEA, las matriculaciones de nuevos turismos cayeron en la UE en 2021 un 2,4% respecto a 2020.
En el segundo semestre del año, las ventas se vieron afectadas por la escasez de suministro y el mes de diciembre, en concreto, registró un descenso interanual del 22,8%, con fuertes caídas en los grandes mercados de Italia (27,5%), Alemania (26,9%), España (18,7%) y Francia (15,1%).
Por eso, y a la luz de la propuesta para crear una Ley Europea de Chips que presentará este martes la Comisión Europea, la patronal del motor urge a la Unión Europea «a reducir su dependencia de los proveedores extranjeros para evitar tal daño a los estratégicos», como los provocados en 2021 en las factorías europeas que han registrado importantes paradas en sus líneas de montaje.
Aumento de las ventas de eléctricos
El presidente de ACEA y director ejecutivo del Grupo BMW, Oliver Zipse, celebró, no obstante, el progreso de las ventas de automóviles eléctricos, que entre todas las tecnologías, incluidos los motores híbridos, representan ya uno de cada cinco coches matriculados en la UE.
«El sólido desempeño de los automóviles con carga eléctrica es una noticia muy bienvenida», dijo Zipse, pese a que subrayó que «sigue siendo un mercado bastante frágil, que depende en gran medida de medidas de apoyo como los incentivos de compra y, sobre todo, de la disponibilidad generalizada de infraestructura de carga».
En ese sentido, lamentó que la implementación de puntos de recarga esté «muy por detrás de la demanda de los consumidores de automóviles con carga eléctrica», que en los últimos cinco años ha crecido cuatro veces más rápido que el despliegue de la infraestructura.